¿Sabías que más de la mitad de la gente en nuestro país vive en ciudades? ¿Y que éstas son responsables de un 70% de las emisiones? Son datos que deberían hacernos pensar sobre el impacto que nuestro modelo urbanístico, energético y alimentario provoca sobre el clima y la biodiversidad.

El 31 de octubre no solo se celebra Halloween; también es el Día Internacional de las Ciudades. Hace un año jugábamos a imaginar cómo sería vivir en ciudades más verdes y sostenibles. Es decir, si los ayuntamientos hiciesen lo que deberían y asumieran sus compromisos. Pero a veces no es necesario fantasear, porque ya tenemos ciudades que están cambiando a mejor.

Un ejemplo lo encontramos en Pontevedra, donde desde hace dos décadas está diseñando sus calles a escala humana. Y el resultado es indiscutible: con menos tráfico, las emisiones y el ruido se han reducido. Los niños y niñas van en su mayoría andando al cole, ¡y la mayoría van solos! Y frente a los que dicen que reducir el tráfico es impopular, la realidad es que la población está aumentando cada año y otras ciudades del entorno, como Vilagarcía de Arousa, también están optando por reducir el tráfico con buenos resultados.

Pero la mejor forma de verlo es a través de las personas que viven y trabajan en esta ciudad. Por eso hemos salido a la calle para preguntar cómo ha cambiado la ciudad en este tiempo, y así nos lo han contado:

 

Cambiar las ciudades nos puede dar la vida. A veces literalmente, porque en 10 años ninguna persona ha muerto atropellada en las calles de Pontevedra. Y para lograr este hito no hace falta prohibir todos los coches. Tan solo permitir aquellos que sean necesarios, que son muchos menos de los que pensamos. 

Este es el modelo urbano que defendemos desde Greenpeace y que, una vez que lo vives, parece impensable volver a una ciudad donde los coches lo invaden todo. Pero la mejora de la ciudad no se puede limitar al espacio público: también es necesario actuar sobre la alimentación, fomentar la participación pública en las decisiones que nos afectan y poner las energías renovables en manos de la ciudadanía. 

Por eso durante estos días estamos recorriendo diferentes lugares en nuestro «Tour Renovables en tus Manos, ¡YA!» para acercar a la ciudadanía las energías renovables y el ahorro energético y exigir el compromiso de las administraciones con unas energías limpias, baratas y seguras. Un tour que en los próximos días se dirigirá al sur, para visitar Málaga (1-3/nov) y el pueblo onubense de Arroyomolinos de León (4/nov).

No es una utopía. Las soluciones para avanzar hacia ciudades más sostenibles ya existen, y las tenemos al alcance de todos. Un modelo de ciudad que no esté a la medida de los intereses de la especulación de la vivienda, los fondos de inversión o el turismo masivo, sino que responda a las necesidades de quienes viven, trabajan y habitan en ellas. Una ciudad a escala humana para frenar la crisis climática es posible.