Ya sabemos lo que un sistema energético insostenible e injusto le está haciendo al planeta y a las personas: provocar el cambio climático que, a su vez, incrementa los fenómenos meteorológicos extremos, la desigualdad, la pobreza, y las desgracias. No hay energía sin ecología. También sabemos que nuestra sociedad no funciona sin energía. No hay economía sin energía.