Hace ya casi un año desde aquel fatídico 14 de agosto en el que todos los abulenses pudimos ver cómo comenzó una de las catástrofes naturales que, en los últimos tiempos, ha tenido lugar en la provincia de Ávila y en Castilla y León: el incendio de Navalacruz.
Durante estos meses, hemos sido testigos de las consecuencias que a corto, medio y largo plazo ha causado este desastre, tanto desde el punto de vista ecológico y medioambiental, como económico y personal.
En este mes de junio todos los castellanos y leoneses hemos asistido nuevamente, por desgracia, a la voraz realidad de cómo las llamas hacían arder más de veinticinco mil hectáreas de terreno en la sierra de la Culebra, provincia de Zamora, haciendo desaparecer un tercio de esta reserva medioambiental.
Las difíciles condiciones propias del proceso de cambio climático, junto con toda una serie de condicionantes, hacen necesario que la lucha contra los incendios y su prevención sean aún más si cabe eje central de la actividad de todas las administraciones implicadas en lo que se refiere a la gestión de la política forestal. No se trata solo de un deber jurídico para con los ciudadanos, sino también, y especialmente, de un deber ético y moral.
La Diputación Provincial de Ávila, como testigo de las desgraciadas consecuencias que hechos como este acarrean, no puede ni debe quedar impasible ante ello, haciendo uso del más elevado de sus órganos de
Gobierno, como es el Pleno de la Corporación, para hacer llegar a la Diputación Provincial de Zamora y municipios afectados, así como a todos los zamoranos y zamoranas, su más sincero mensaje de solidaridad y de apoyo en momentos en los que éste es más necesario que nunca.
Asimismo, la Diputación Provincial de Ávila, desea poner a disposición de las administraciones afectadas su experiencia acumulada durante este tiempo, no solo en ejercicio del deber de colaboración institucional, sino como representante de toda la sociedad abulense que tanto dolor ha sentido al volver a ver imágenes tan crueles con nuestro medio rural y quienes lo habitan.
Tenéis el apoyo de todos los abulenses.
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