AYUDA VICTIMAS DE VALENCIA - CRUZ ROJA

martes, 14 de febrero de 2023

GREENPEACE - MAKE LOVE, NOT MACROGRANJAS

 Hoy, desde Greenpeace, hemos querido celebrar el día de San Valentín de una forma muy especial: hemos sobrevolado con un globo el macrocomplejo industrial que CEFU, S.A., la rama ganadera del Grupo Fuertes/El Pozo, tiene en Hellín, Albacete. En el globo, dentro de un gran corazón, se podía leer “Make Love, Not Macrogranjas”. A ver si les gusta el regalo, y si no les gusta, que sepan que a nosotros tampoco nos gustan sus macrogranjas.

Cuando hace años lanzamos la campaña para frenar el avance de la ganadería industrial y sus macrogranjas y empecé a estudiar todo lo que existía en España, me sorprendió el poder del Grupo Fuertes con sus 29 explotaciones propias y más de 700 de ganaderos que producen para el rey de la carne en España. Pero más me sorprendió cuando encontré por primera vez el macrocomplejo que tiene en Hellín y más aún el conjunto de balsas de purines que tiene, una clara muestra de la ingente cantidad de excrementos que ahí se generan y que… terminan ahogando los suelos agrícolas, convertidos en vertederos de esta potente industria, y contaminando los acuíferos, las reservas de agua del futuro.


En 2019, hicimos nuestra primera protesta pacífica contra estas fábricas de contaminación, sufrimiento y comida basura, y elegimos este macrocomplejo de la industria cárnica, medio escondido entre las colinas. Conocía el impacto ambiental, pero cuando llegamos confieso que lo que más me sorprendió fue como gritaban los cerdos encerrados en esas naves. En 2021, activistas de Greenpeace accedieron a otra macrogranja para mostrarnos como viven los cerdos en estas instalaciones. Casi mejor que no veas el vídeo de aquí abajo. Todo para alimentar su codicia y su objetivo de “llenar el mundo de jamones”.

 

 

Hoy, hemos vuelto a Hellín, para mostrarte a ti y a los responsables políticos una perspectiva aérea de la colosal dimensión de un macrocomplejo de la industria cárnica como es este. El Planeta necesita amor, mucho más amor y no estas malditas macrogranjas. Vamos a seguir denunciando el nefasto modelo de ganadería industrial que sigue imperando en España y pidiendo que se frene de una vez su expansión.

Mirando hacia atrás y adonde estamos hoy – pese a que queda mucho por hacer -, creo que no nos hemos equivocado en nuestras denuncias y en poner el foco en la ganadería industrial y sus macrogranjas. No hay duda de que es el principal problema de un sistema agroalimentario que está agotando el planeta. Si nos hubiéramos equivocado, creo que en Cataluña, Castilla-La Mancha o Navarra no se habrían puesto en marcha medidas contra la ganadería industrial. La Rioja también quiere materializar una moratoria y la Comunidad Valenciana también lo plantea. Más recientemente, se ha aprobado la normativa estatal que puso fin al faraónico proyecto de macrogranja de Noviercas y la Confederación Hidrográfica del Ebro ha dicho hace solo unos días que no darán «concesiones ni autorizaciones a nuevas instalaciones ganaderas intensivas o a la ampliación de las existentes» en la cuenca del Ebro. Un poquito de amor le están dando al planeta, pero hace falta más. Se lo merece. Nos mantiene vivos, nos da todo lo que tenemos.

¿Nuestros siguientes pasos? Además de seguir frenando nuevas macrogranjas o ampliaciones de las que ya existen, es urgente empezar ya a reducir la cabaña ganadera en nuestro país, como ya lo están haciendo en otros países europeos, como Alemania o en Países Bajos. No basta con frenarla, debe dar marcha atrás en su destrucción y reparar los daños. Las elecciones que se avecinan son una buena oportunidad para materializar esto.

Nuestro último mensaje de amor es para el casi medio millón de personas que ya han alzado la voz junto a Greenpeace contra las macrogranjas: ¡Os amamos! Podemos acabar con las macrogranjas, aunque parezca imposible.

La Tierra tiene y tendrá siempre mi Amor infinito.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÍNDICE