Quien te ha visto y quien te ve, querida Aliseda, lo que has sido y lo que eres. Veo la Aliseda en estos tiempos que corren, donde machacamos al medio ambiente, y me produce una tristeza terrible.
De bien chico visitaba este "espacio natural" intervenido por el hombre, o más bien, diseñado por el hombre, donde todos sus árboles estaban alineados perfectamente y donde daba gusto estar. En mi edad escolar lo visitábamos el Día del Medio Ambiente con la escuela, de la mano del tristemente desaparecido ICONA (Instituto para la Conservación de la Naturaleza), donde nos explicaban cosas de la naturaleza, su importancia y la manera de conservar el patrimonio de todos. Un año incluso, el alcalde-maestro de Sotillo, Don Julio, bajo supervisión de este Instituto, cortó uno de los árboles que seguramente estaba enfermo o podrido, porque si no no se entiende esta acción en ese Día del Medio Ambiente. Tengo en mi memoria, no sé si producido por la leyenda del "Arroyo de la Matanza" y su relación con la Guerra Civil, y del que hablé en otro post, de ir a buscar restos de la contienda, es decir, metralletas y pistolas, en ese afán aventurero de la historia que siempre he tenido.
En la Aliseda he ido a escuchar música con los amigos, a pasar el tiempo con la novia o simplemente a estar, ya que era un sitio fresquito.
Luego vino el "progreso" y se construyó lo que es hoy la piscina municipal y algo tan absurdo como la pista de educación vial que creo que no se usa, seguramente bajo la sombra de alguna que otra subvención de la Junta de Castilla y León.
La Aliseda está de capa caída, necesita una intervención urgente mediante una repoblación forestal con la misma filosofía que sus primitivos repobladores y ganar otra vez para nuestros hijos este espacio natural para mí muy necesario.
Trespassos


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