Buenos días, señoras y señores diputados, ciudadanía y medios de comunicación que nos siguen a través de Internet.
Al término de este Pleno, distinto a cuantos hemos celebrado en esta casa, quiero expresar en nombre de la Institución algunos agradecimientos y reflexiones ante la situación que nuestra sociedad está atravesando desde hace unas semanas.
La pandemia de COVID-19 ha sacudido nuestras vidas, ha cambiado nuestras costumbres, ha alterado nuestro ritmo y, lo que es más doloroso y triste, se ha llevado por delante la vida de miles de españoles y más de medio centenar de abulenses en apenas tres semanas.
En primer lugar quiero dirigir el recuerdo de esta Diputación hacia los fallecidos y sus familiares. Al dolor infinito por la pérdida se unen las circunstancias, más difíciles aún, en las que no podemos despedirnos de nuestros seres queridos como desearíamos.
Sé que estas palabras no pueden mitigar el dolor. Sé que las banderas a media asta que ondean en los edificios de la Diputación desde el día 27 no pueden cambiar esta situación terrible. Pero, al menos, con estas palabras y esas banderas arriadas queremos mostrar respeto, memoria y respaldo colectivo hacia todos aquellos que están pasándolo peor en estos momentos.
Mi segunda reflexión es para todos los enfermos, para quienes viven estos días con el coronavirus en su cuerpo. Para quienes sienten miedo, malestar, dolore incertidumbre. Os enviamos nuestro abrazo, nuestro ánimo y nuestra fuerza. Y os pedimos que confiéis en la Medicina de este país.
Los profesionales de la Sanidad merecen todo nuestro reconocimiento, todo nuestro apoyo y nuestro esfuerzo. Están jugándose la vida, están luchando en primera línea contra un enemigo invisible. Son, los sanitarios y todos aquellos que cada día entran a un hospital, la verdadera élite de nuestra sociedad. Que nadie lo dude.
Hay otros sectores que también están volcándose para aportar soluciones a esta pandemia. Fuerzas Armadas, Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, todo el sector de la cadena de producción y distribución de alimentos y bienes de primera necesidad y en general todos aquellos que salen a diario de sus casas cumpliendo las medidas de higiene y superando el miedo al contagio. Nuestro abrazo también para todos ellos.
Entre estas personas que están al pie del cañón, permítanme que destaque a nuestros alcaldes. A todos. Sin colores. La dedicación de los alcaldes, alcaldesas, concejales y concejalas de la provincia está siendo ejemplar. Como siempre, sin escatimar horas de trabajo por sus vecinos, pero ahora en unas condiciones que nunca pudimos imaginar. La Diputación, os lo repito hoy de nuevo, es vuestra casa. Quizá ahora más que nunca. Gracias por trasladarnos necesidades, gracias por trabajar codo con codo haciendo vuestra esta Institución.
También quiero agradecer la colaboración institucional del resto de Administraciones. De la Junta de Castilla y León y del Gobierno de España. El enemigo común que amenaza nuestra vida y nuestro bienestar será derrotado más fácilmente si todos seguimos mostrando esa colaboración, esa disposición y esa entrega que estamos demostrando hasta ahora.
No quiero concluir estas palabras sin mencionar a todos los voluntarios de Protección Civil, a la Agrupación de Rescate y Apoyo Provincial, al tejido asociativo, a las empresas, a los abulenses anónimos que están desde sus casas aportando lo que pueden y lo que saben hacer para sumarse a esta batalla.
Gracias a todos. De corazón.
Estos momentos quedarán para siempre en la memoria de quienes los estamos viviendo. Estos días se suele decir la frase de que TODO SALDRÁ BIEN. Me van a permitir decir que creo que no todo va a salir bien, porque por el camino ya nos hemos dejado muchas vidas, y desgraciadamente nos las vamos a seguir dejando.
No se trata de que todo salga bien, porque ya es imposible. Se trata de que TODOS LOS QUE SALGAMOS, SALGAMOS MEJORES.
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