En estos días de inicio de la campaña de matriculaciones en los centros educativos de nuestra provincia, ha surgido la indignación de los centros, de los profesores y de las AMPAS ante la prohibición por parte de la administración educativa de hacer visibles reclamos publicitarios en las fachadas de los centros a fin de animar a la matriculación de alumnos.
Esos carteles promocionan la matriculación en ese centro, pero significan mucho más que eso.
Esos carteles colocados en la fachada intentan mostrar el entusiasmo por el trabajo que entre sus paredes se lleva a cabo.
Ponen de manifiesto el esfuerzo que profesores, padres, madres y especialmente alumnos desarrollan para fomentar la educación de estos.
Proclaman los valores que la ESCUELA PÚBLICA defiende y propaga. Valores de esfuerzo, de solidaridad, de igualdad.
Y la necesidad de esa campaña es evidente ante las carencias que sufre la escuela pública y que tan positivamente suplen con interés y dedicación los equipos de profesores.
Las campañas de tinte político e ideológico que promociona la escuela privada ante leyes justas y solidarias, que podrían estar amparadas por su legítimo derecho a la libertad de expresión, tienen, en esta ocasión, apoyo soterrado, aunque evidente, de la prohibición de, siquiera, competir con la proclamación del orgullo del trabajo bien hecho.
Y ¿quién presta ese apoyo a unos y cortapisa a los otros? Tristemente es la propia administración educativa, la responsable de velar por su mejor funcionamiento, la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León quien escora su apoyo hacia uno de los dos lados de un mismo servicio.
Por esas razones animo a usted, señor Delegado, a cambiar la actitud y a ponerse al frente de esa campaña de fomento de la matriculación en centros públicos de manera activa, beligerante, apoyando los esfuerzos que realizan los claustros de profesores y las AMPAS mediante gestos como podría ser, primero no prohibiéndolo y después con acciones como aparecer fotografiado ante carteles de ánimo y orgullo por la ESCUELA PÚBLICA.
Considero que es su deber, es su obligación y debería ser su satisfacción como servidor público.
Jesús Cornejo Torres
Coordinador provincial de IU Ávila
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