Sus muros han sido testigos de innumerables eventos: desde las vibrantes corridas de toros, proyecciones de cine bajo las estrellas y las risas de los circos, hasta las inolvidables charlotadas con figuras como El Platanito y el Bombero Torero. Incluso, en aquellos años lejanos, se rumoreaba que servía como punto final para la gran cantidad de perros y gatos abandonados que deambulaban por el pueblo.
Un tesoro de recuerdos
Pero hay dos aspectos de esta plaza que atesoro con especial cariño. Primero, fue el campo de entrenamiento para el Club Deportivo Sotillo varios días a la semana. Imagínate: mientras el campo de fútbol de El Teso era de tierra y carecía de iluminación, nuestra plaza, con sus humildes bombillas, ofrecía la luz suficiente para que los jugadores pudieran dar unas patadas al balón. Y no solo eso, los árbitros de los partidos dominicales se cambiaban en lo que era la enfermería de la plaza.
El segundo recuerdo es la feria del ganado, que se celebraba justo al lado, creo que los viernes o sábados. Eran tiempos en que el ganado era esencial para las labores agrícolas. Todavía puedo ver a los burros, vacas, mulas y yeguas atados al muro de la plaza, esperando un comprador o un trueque. Sin duda, los días de feria eran verdaderas fiestas para el pueblo.
La plaza en el tiempo
De esa misma época es esta fotografía de nuestros futbolistas, con la plaza de toros de fondo, un símbolo perdurable de nuestra historia local.
Trespassos


COMENTARIO DE PEDRO ARENAS:
ResponderEliminarLa feria del ganado era el 5 y el 20 de cada mes