«Enero de 2021. Este país es azotado por una las peores olas de frío que hemos padecido en muchos años. La nieve y el hielo llenan nuestras calles. Cobijados del frío en nuestras casas, nos enteramos de que en estos días heladores la electricidad iba a subir. La ministra del PSOE, Teresa Ribera, pide que no se haga alarmismo porque “sólo subirá unos cuantos euros”.
“Sólo subirá unos cuantos euros” Unos cuantos euros que para muchas familias marcan la diferencia entre comer y no comer, entre calentarse y no calentarse, entre vivir y malvivir. Y esos “pocos” euros saldrán de nuestros bolsillos casi vacíos para llenar poco a poco bolsillos rebosantes.
“Sólo subirá unos cuantos euros” Oigo esa frase y pienso si Teresa Ribera tendrá la misma valentía con su compañera la Ministra Nadia Calviño que quiere posponer al menos hasta mayo de 2021 la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI). Si es que en algún momento quiere incrementarlo realmente. Me pregunto si será tan valiente con los empresarios españoles que se niegan a que suba el SMI porque los trabajadores ya cobran lo suficiente y sería insostenible. Imagino que la Ministra Ribera, ante la mirada atónita de Yolanda Díaz, dice a Calviño y a esos empresarios patrios “no hagáis alarmismo que sólo subirá unos cuantos euros.” En ese momento la Ministra Díaz sonreiría pensando que ha encontrado una aliada en las filas del PSOE en su lucha para subir el SMI hasta una cantidad decente.
Y mientras nuestra electricidad sube unos cuantos euros, el SMI se mantiene congelado, en sintonía con las temperaturas que hemos tenido que esta semana, dejando atrás a las personas con salarios más bajos, a aquellos que tienen sus sueldos vinculados con el SMI. Llenando de hielo y frío las casas de los trabajadores que con los bolsillos vacíos siguen sacando adelante a este país.
950 euros mensuales sin prorrateo de pagas extras. 1.108,33 euros mensuales con las pagas extras prorrateadas. Quienes no saben qué es vivir con esos ingresos defienden que es un salario adecuado y que no es el momento de subirlo. Pero no perdamos de vista que para esa gente nunca va a ser el momento de subirlo; que si pudieran lo bajarían sin ningún tipo de pudor ni sonrojo por el bien de su economía. Sin embargo, quienes padecen en sus propias carnes todo tipo de subidas, menos la de su sueldo, saben que cada día es más difícil vivir con esa cantidad. Que si todo sube ¿Por qué su sueldo no? Aunque sólo sea unos pocos euros.»
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