La semana pasada la Comisión Europea aceptó a trámite la queja presentada por Greenpeace, junto a otros 15 colectivos de todo el país, por el incumplimiento de los objetivos de gestión de residuos marcados por Bruselas. La normativa europea exigía a España reutilizar y reciclar el 50% de los residuos municipales en 2020, un objetivo que la denuncia ante la Comisión Europea demuestra que no se va a cumplir, ya que se sitúa por debajo del 35%.
En nuestro cubo de basura van muchas cosas, entre ellas materia orgánica (40%), pero otra parte importante (casi 25%) lo conforman envases ligeros de plástico, latas, briks, papel, cartón… gestionados por Ecoembes; y vidrio, gestionado por Ecovidrio. El resto son otras fracciones menores (madera, textil, otros).
Es evidente que cada fracción tiene sus características y peculiaridades, y consecuencias para la salud y el medio ambiente. Y uno de los principales agentes que lleva dos décadas sin realizar la tarea que le encomienda la ley ha sido Ecoembes, responsable de la gestión del cubo amarillo y de casi la mitad del azul. La contaminación causada por sus envases de usar y tirar, es otra de las pandemias que sufre nuestro planeta. Una pandemia silenciosa que, día a día se nos va revelando gracias a estudios científicos, es de una magnitud inimaginable.
Por eso, la queja aceptada por la Unión Europea no solo refleja la dejadez del Gobierno de España, sino que pone en entredicho a los mismísimos sistemas integrados de gestión de residuos, como es Ecoembes (y Ecovidrio). Una entidad que lleva dos décadas haciendo un excelente trabajo de greenwashing, marketing y campañas publicitarias, pero deplorable a la hora de prevenir, reutilizar e increíblemente reciclar menos del 25% de sus envases (según los últimos datos aportados por el Gobierno balear).
Esperamos que Bruselas pueda poner algo de orden en la caótica situación de la gestión de los residuos en España. Estamos en un momento excelente para que el Gobierno central pueda cambiar el sistema, hacerlo mejor y realmente “circular”. Lo tiene fácil, la nueva ley de residuos está en inminente tramitación parlamentaria para ser aprobada. Señora vicepresidenta cuarta del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica del Gobierno de España, ¿acepta el reto de Greenpeace y del resto de entidades?
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