Si de verdad pensamos que la prioridad de los castellano y leoneses en este momento es contemplar cómo la política sirve, no para salvar sus vidas y sus empleos, no para resolver sus problemas, sino para agravarlos, nunca habremos estado más lejos de servirles como merecen. La Junta de Castilla y León y su Presidente,
Alfonso Fernández Mañueco, tienen mi respaldo en medio de una crisis política impuesta desde fuera para aprovecharse sin escrúpulos de los de dentro.
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