El 14 de abril de 2021 el Senado aprobó la derogación del artículo 315.3 del Código Penal. Por fin. Los trabajadores no van a ser criminalizados por ejercer el derecho de huelga ni van a enfrentarse a penas de prisión por participar en un piquete informativo.
El camino comenzó en el mes de marzo. El Congreso aprobó la Proposición de Ley Orgánica de derogación del artículo 315.3 del Código Penal, con el desacuerdo de la derecha, más o menos extrema. PP, Ciudadanos, Vox, UPN y Foro de Asturias votaban en contra. Coalición Canaria, PRC y PNV se abstenían, realizando este ultimo partido una propuesta en la que se mantenía la pena de prisión.
Es simbólico que el inicio de la descriminalización del derecho de huelga se inicie en el mes de marzo. Mes en el que se cometió uno de los mayores atentados contra la clase trabajadora vasca. Contra trabajadores que estaban en huelga. El 3 de marzo de 1976 Pedro María Martínez, Francisco Aznar, Romualdo Barroso, José Castillo y Bienvenido Pereda eran asesinados vilmente dentro de la Parroquia de San Francisco de Asís en Vitoria mientras participaban en una asamblea de trabajadores. La vida les fue arrebatada por participar en una huelga en defensa de unas mejores condiciones laborales en el sector de la construcción en Alava. La matanza de Vitoria golpeaba fuerte a quienes lo único que pedían era no seguir siendo golpeados ni pisoteados. Nadie fue condenado nunca por esos cinco asesinatos.
Cuarenta y cinco años después la huelga sigue siendo el instrumento de reivindicación y lucha que tienen los trabajadores. Casi medio siglo después, en el mes de marzo, los trabajadores vascos siguen ejerciendo este derecho para poder salvar sus puestos de trabajo y defender sus derechos laborales. Euskadi mantiene el aroma de esas huelgas donde la solidaridad mantiene el desánimo a raya.
Como indica el Tribunal Constitucional los piquetes informativos “con funciones de información, propaganda, persuasión a los demás trabajadores para que se sumen a la huelga o disuasión a los que han optado por continuar trabajando” son parte esencial del derecho de huelga. Por ello, es inconcebible que nadie pueda ir a la cárcel por participar en ellos.
El día en que algunos celebramos el noventa aniversario de la II República, los trabajadores que defienden nuestros derechos y participan en los piquetes dejaron de ser criminalizados.
¿Seguiremos dando pasos en esta estela descriminalizadora hasta lograr la derogación de la Ley Mordaza? Porque la huelga no es delito y la libertad de expresión, tampoco.
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