Nos sumamos a la celebración del DÍA INTERNACIONAL DE LA DANZA compartiendo con todos vosotros esta interesante reflexión de la
Estudio de Danza Virginia Ruiz
:Una celebración es un esfuerzo común que nos une a todos durante unos instantes. Paremos la rutina de nuestro trajín cotidiano, que nos aleja de los momentos de reflexión y fantasía, y reunámonos en un día como hoy para celebrar el arte en general y el mundo de la danza de modo muy particular.
Porque hay mucho que celebrar. El viaje que nos ha tocado emprender este último año ha sido de tinieblas. Bailemos todos juntos, en ese rincón secreto donde todos bailamos cuando creemos que nadie nos mira. O bailemos sobre un escenario, aquellos que están dispuestos a visibilizarse y compartir un pedazo de su alma con los tímidos, los que prefieren soñar entre bastidores.
Honoremos a todas aquellas pequeñas escuelas con grandes maestros, como la que nos ocupa en este modesto homenaje. El corazón de este pueblo esconde un tesoro invisible que aún con todo brilla más que una ráfaga de zafiros. Escondido en un pasillo estrecho en cuántas ocasiones hemos pasado delante, escuchando el jaleo de la música y voces alegres. Queremos pues, en este día internacional de la danza honrar en especial a nuestra escuela, el Estudio de danza Virginia Ruíz, por insuflar de arte el corazón de nuestros niños. Y más allá del arte, la humildad y el coraje inmedible de subir a un escenario y entregar un pedazo de ellos mismos a un público dispuesto a recoger en su regazo un legado sin igual. No tiene precio. Felicitemos a nuestros alumnos bailarines que este fin de semana pasado subieron de nuevo a las tablas de un escenario. En concreto al escenario de un certamen nacional y volvieron a brillar bajo de los focos y ante las miradas atónitas de los asistentes que les agradecían con aplausos y vítores la entrega y generosidad mostrada mientras recogían los premios conseguidos.
Rescatando una frase de Jung: no puede haber una transformación de la oscuridad a la luz y de la apatía en movimiento sin emociones. Celebremos este pensamiento, en un día de celebraciones, como la mejor forma de definir esta pasión que nos une a todos, la danza.
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