En primer lugar, este sindicato quiere mostrar el más absoluto agradecimiento a todos los empleados públicos y privados que forman parte del operativo de extinción de incendios en nuestra provincia y que, a pesar de todas las adversidades, con su enorme esfuerzo y dedicación, se han dejado la piel para defender nuestros montes de las llamas un verano más.
Tras el trágico suceso sufrido el verano del 2021 en el incendio de la Sierra de Ávila, donde se quemaron más de 22000 has., los máximos responsables de la Junta de Castilla y León en materia de Medio Ambiente: Consejero, Director General y el propio Presidente, no tardaron en hacer buenas promesas, ofreciendo unas mejoras notables y un aumento presupuestario para reforzar los recursos, tanto materiales como humanos, considerando este incendio como un “punto de inflexión en el funcionamiento del operativo de incendios de nuestra comunidad”. Aventurándose a declarar que un incendio de estas características no volvería a repetirse.
Solo hemos tenido que esperar unos meses para que todas estas buenas intenciones y falsas promesas, porque en eso se quedaron, hayan tenido contestación, con los terribles incendios sufridos este verano en las provincias de Zamora, Salamanca y Ávila. En todos estos incendios, y según las manifestaciones de la propia Consejería de Medio Ambiente, el funcionamiento, la coordinación y los trabajos de extinción han sido “excelentes”; ni una sola palabra de autocrítica.Hay que recordar que en estos incendios 3 personas perdieron la vida.
Así, y centrándonos en la provincia de Ávila, llegaba el mes junio y las olas de calor, con tan solo el 15% del operativo de extinción de incendios en funcionamiento, sin decretarse, por parte de la Consejería, Época de Peligro Alto de incendios forestales y sin asignar guardias ni a Técnicos ni Agentes Medioambientales, en sus funciones de Jefes de extinción.
Un año después, ni desde la Consejería de Medio Ambiente ni desde el Servicio Territorial de Medio Ambiente, han tenido tiempo de resolver los diferentes procesos selectivos para cubrir las decenas de vacantes en sus empleados públicos, así como dotar de aspirantes disponibles para las bolsas de empleo temporal del personal que presta servicios en la campaña de extinción de incendios, como son: Técnicos, Agentes Medioambientales, Escuchas, Peones de montes, Conductores y Operadores del CPM. Todas estas bolsas de empleo temporal estaban agotadas en el inicio de la campaña de incendios, y así siguen a día de hoy.
Ante esta falta de previsión, el Servicio Territorial de Medio Ambiente ha tenido que acudir al Ecyl para contratar personal a contrarreloj, lo que ha supuesto, que haya habido puestos de vigilancia con un turno menos hasta el mes de agosto, como ha sido el caso de Seroles, el Alijar o el Refugio. Así como que las diferentes bajas laborales de larga duración sufridas por otros empleados públicos, conductores, escuchas y peones de montes principalmente, no hayan podido ser cubiertas por falta de personal en dichas bolsas.
El colectivo de Agentes Medioambientales ha sufrido la falta de personal que viene padeciendo en los últimos años, lo que ha supuesto la imposibilidad de poder completar los calendarios de trabajo, teniendo que movilizar a Agentes de unas comarcas a otras con todos los trastornos y problemas que ello conlleva. Se ha podido comprobar que el total de guardias destinadas a este colectivo en la Orden MAV/447/2022 de 11 de mayo, es totalmente insuficiente al tener que quitar guardias ya asignadas a estos Agentes para la época de peligro alto y pasarlas a época de peligro medio.
Además, en pleno mes de julio y en plena ola de incendios, tomaron posesión 14 nuevos agentes interinos procedentes de bolsas de empleo de otras provincias, personal sin experiencia en incendios, y sin ningún conocimiento del funcionamiento del operativo, y lo que es más grave a efectos de seguridad, sin conocer los montes ni tan siquiera los municipios de su zona de trabajo, y tras un curso de formación de extinción “on line” de 25 horas. Estos nuevos Agentes sin experiencia en extinción han realizado guardias de incendios que tenían asignadas otros agentes con experiencia, con lo que el operativo se ha visto más resentido aún.
¿No es más lógico que estos nuevos agentes tomen posesión de sus puestos de trabajo unos meses antes del inicio de la campaña de incendios? Un claro ejemplo de malísima gestión de recursos de la Consejería.
El colectivo de Técnicos, de igual manera, ha tenido que completar sus calendarios de guardias con tan solo 9 personas disponibles, uno menos del mínimo que marca la Instrucción 1/FYM/2021, teniendo que realizar hasta 6 días de guardias seguidas, lo que una auténtica locura.
En cuanto a los medios materiales, este año, las bases helitransportadas han contado con un especialista menos en cada cuadrilla tras el cambio del modelo de helicóptero sufrido, pasando de uno de mayor a menor capacidad.
Al igual que el operativo, que ha contado con un camión de extinción menos de los convenidos, el caso concreto de Casillas.
Todo ello ha contribuido a que un verano más la provincia de Ávila haya sufrido los devastadores efectos de los incendios; un verano más nuestros montes han sido los paganos de una anticuada política forestal; un verano más el “operativo flexible” montado por la Junta de Castilla y León ha saltado por los aires en el primer gran incendio forestal que hemos padecido, y se han visto las costuras a un operativo escaso de medios y falto de protocolos de actuación ágiles y contundentes; un verano más, nuestra provincia, para intentar salir del atolladero, ha tenido que pedir auxilio a las Comunidades vecinas, Castilla La Mancha, Extremadura y Madrid entre otras; y un verano más, por desgracia, la Unidad Militar de Emergencias (UME) ha tenido que visitar nuestros montes en los 3 grandes incendios que hemos padecido.
Desde UGT llevamos muchos años informando a la Consejería de Medio Ambiente de la precariedad del operativo y de las necesidades que año tras año pueden constatarse, reclamando unas mejoras que nunca llegan o llegan con cuenta gotas.
Por lo que este sindicato exige soluciones a preguntas concretas:
¿Hasta cuándo vamos a seguir con este modelo de funcionamiento en nuestro operativo de extinción?
¿Para cuándo se va a zonificar y ampliar la Época de Peligro de Alto por incendios forestales, en una Comunidad tan extensa y variada como la nuestra?
¿Cuándo se va poner en marcha un operativo de extinción acorde a nuestros tiempos, y no seguir con el operativo actual, más consonante con el siglo pasado que con éste?
¿Para cuándo tiene pensado la Junta de Castilla y León una adaptación normativa y legislativa que regule el funcionamiento del sistema de Guardias de sus empleados públicos, así como unas compensaciones horarias y económicas, coherentes al riesgo y la responsabilidad que llevan inherentes?
¿Cuándo tiene pensado la Junta de Castilla y León establecer un operativo integral durante todo el año, con total disponibilidad, realizando tareas de prevención en invierno y extinción en periodo estival?
¿Cuándo se va a renovar el anticuado sistema de radio comunicaciones que tantos problemas da?
¿Cuándo la Consejería va a solucionar el gran problema de avituallamiento para los trabajadores en la extinción, que existe en todos los grandes incendios?
¿Para cuándo tiene pensado la Junta de Castilla y León cubrir las 300 plazas que tiene vacantes en su plantilla de Agentes Medioambientales?
¿Cuándo tiene pensado la Junta de Castilla y León dar una formación continua a sus empleados públicos, en especial a sus Técnicos y Agentes Medioambientales, encargados de la dirección de extinción, con protocolos de actuación ágiles y precisos?
¿Cuándo tiene pensado la Junta de Castilla y León poner en marcha las Brigadas de Investigación de Incendios Forestales, formadas por Agentes Medioambientales y Técnicos de los Servicios Territoriales, que tan buen resultado dieron en su día y que aniquiló hace años.
¿Para cuándo tiene pensado la Junta de Castilla y León crear Centros Forestales Comarcales dotándolos de los servicios necesarios para que los medios del operativo puedan realizar sus Guardias durante las 24 horas del día? ¿O tienen que seguir haciendo sus horas de retén a la sombra de un pino?
¿Hasta cuándo la Junta de Castilla y León va abusar de la profesionalidad de sus Jefes de Extinción como son los Técnicos y Agentes Medioambientales, los cuales llegan a trabajar hasta 18 horas continuas en algunos incendios, y tienen en sus calendarios laborales periodos de 6 días de Guardias seguidas, debido a la escasez de efectivos en sus plantillas?
Si año tras año se comprueba que los medios materiales y humanos actuales no son suficientes para combatir los incendios, ¿por qué la Junta de Castilla y León no dota presupuestariamente a su Consejería Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Desarrollo para aumentar el operativo con más personal y mejores medios?
Lo que comunicamos y solicitamos, esperando su contestación.
En Ávila, a 27 de septiembre 2022
Este escrito ha sido remitido a:
- Delegado Territorial de Ávila
- Secretaría General
- Director General de Patrimonio Natural Política Forestal
- Consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio
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