“Vinieron a por ellos, pero como yo no era de ellos…”
Ha pasado un año desde la dramática infiltración de un grupo de palestinos en motocicleta en el país que presume del mejor sistema de información del mundo. Esto (que era imposible) acabó en una dolorosísima masacre de inocentes.
El estado de Israel, apelando a su “legítima defensa”, se ha permitido multiplicar las bajas por 40 (42000 asesinados por aquellos 1000) y lo ha hecho con el mismo sentimiento de odio de aquel día, de aquellos infiltrados. Un estado, teóricamente democrático, se esfuerza por demostrar que puede ser más asesino que cualquier asesino en cualquier circunstancia.
Y en aquel “patio de colegio”, mientras el grandullón apalea al pequeño, los responsables fuman y ríen mirando de reojo.
Vuelvo a la pregunta: ¿DE QUÉ PARTE SOMOS RESPONSABLES? Digo aquí, por ejemplo en Ávila, en nuestra provincia. ¿Fumamos y miramos de reojo? ¿Puede ser que asumamos que el abusón tiene derecho a desahogar su ira por haberse sentido humillado?
Pues mucha gente en Ávila seguramente lo sienta así.
Pero todos no. Los medios de comunicación de la provincia saben, fehacientemente lo saben, que una parte de nuestra gente no se ha quedado quieta. Pero han ignorado esto. Saben que en Arenas de San Pedro y en Sotillo de la Adrada, cada fin de semana, desde el primer día cada fin de semana, se manifiestan contra esta canallada genocida y este abuso de la fuerza.
Los medios de comunicación de Ávila saben que existe un leve movimiento en la capital, donde cada cierto tiempo convocan a la población a manifestarse contra el genocidio (no lo llaman así).
Entre los miles de noticias que difunden, nunca, ningún medio ha querido hacerse eco de este movimiento estando, como lo están, informados. Y no dudo de que sean conscientes de la importancia de sus informaciones en la opinión pública.
Si lo saben y lo soslayan, ¿saben por qué lo hacen?
Repito la pregunta para buscar respuesta sobre si somos responsables de algo en esta crueldad.
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