Ni son galgos ni son podencos, señor Igea. Son problemas, problemas de la gente, de nuestra gente.
La actual pandemia nos obliga a todos, a la administración primero, a la búsqueda de soluciones, porque los problemas vienen solos.
Y en la búsqueda de soluciones hay aciertos, que aplaudimos y errores, que denunciamos. Y, por lógica de la acción, más errores comete quien más decisiones toma. Asumible. Las autoridades de la Junta de Castilla y León tienen la obligación de asumir su obligación de tomar decisiones. La opinión pública, como cada individuo de manera privada y también los partidos políticos, tienen la obligación de emitir juicio crítico sobre el acierto o no de esas decisiones.
Seguro que en este nivel teórico estamos de acuerdo desde los dos lados de la ideología política, su derecha y nuestra izquierda.
Ante la crítica que se hizo desde algunos partidos y no solo ellos, también algunas asociaciones, sobre la decisión de concentrar la vacunación masiva y aleatoria de los nacidos en 1956 en el Hospital Provincial, usted habla de razas de perros, de galgos, de podencos, pero acto seguido diversifican la red de vacunación y ponen en marcha puntos que ya estaba activos en Ávila para otras franjas de edad. Bien. Decisión acertada. La aplaudimos.
Pero en ese caso ¿por qué critica nuestra opinión? No son galgos ni son podencos, es hipocresía y ocultación tras palabras, tópicos y frases hechas. “A cada solución se busca un problema” ha dicho usted.
Y en ese caso ¿por qué no se ha reorganizado esta vacunación con el segundo criterio? La primera opción se lanzó a las redes sociales. ¿Por qué no se utiliza el mismo canal para una rectificación? Los dispositivos están listos y entrenados, los lugares habilitados, los sanitarios dispuestos.
Si no sabe la respuesta se la doy yo utilizando también tópicos con animales: “Por no bajarse del burro”
Jesús Cornejo Torres
Coordinador Provincial de Izquierda Unida de Ávila
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