Gracias…
Gracias, porque desde que apareciste, mi vida entera ha cambiado.
Porque desde el primer momento noté sensaciones extrañas dentro de mí, reconocí las famosas mariposas en el estómago, esas de las que tanto habla la gente.
También, empecé a acostumbrarme a llevar una sonrisa amplia y constante , a ver las cosas desde un prisma más optimista y creer en que las cosas se ven de forma diferente desde los ojos de la persona adecuada.
Gracias, porque en cuanto apareciste ante mi pude comprender el significado de las emociones intensas, me recargué con tu fuerza, me llené de ilusiones y me descubrí dentro de este mundo, que hasta entonces había sido hostil.
En ese momento entendí cuál era el verdadero motor de mi vida, lo que me impulsaba a seguir adelante.
Gracias amor, por todos esos momentos inolvidables, por los recuerdos felices y hasta por los que no son tan felices, pero igualmente verdaderos; por las confidencias, por las risas, por las caricias y por los besos; por haber despertado mi piel a las sensaciones más placenteras.
Gracias también, por enriquecerme tanto con tus vaivenes, por mantener mi corazón en forma y por darle un descanso a mi cerebro.
Me gustaría agradecerte, que me hayas enseñado a compartir, a dejarme llevar y mostrar lo mejor de mí.
Pero sobre todo, te doy las gracias por enseñarme a ser feliz.
Gracias amor.
Sé que tengo que darte las gracias a ti, por todo lo que haces por mí todos los días.
Pero también tengo que agradecerle a la vida misma que haya cruzado nuestros caminos.
Sabemos que nuestra unión era totalmente inevitable, porque sentimos una atracción el uno por el otro contra la que es inútil luchar.
Pero sea como sea, mi gratitud hacia ti no puede ser menor.
Eres una de las mejores cosas que me han pasado, por lo que tengo muchos motivos para mostrarte siempre mi agradecimiento.
Espero haberlo expresado con la suficiente claridad: gracias por ser tal y como eres.
De corazón.
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