En la mañana de ayer celebramos una reunión entre los candidatos de la Coalición Unidas Podemos en Ávila, con UGT sección de enseñanza.
Coincidieron candidatos y sindicalistas en la trampa que encierra el anuncio por parte de la Junta de Castilla y León de hace pocos días relativo a la implantación de la escolarización gratuita de los alumnos de 2-3 años.
Las condiciones especiales de adecuación de espacios para estos pequeños hacen muy poco viable implantación en los actuales centros educativos, abandonados a su suerte y faltos de dotación presupuestaria y de personal.
Quienes sí podrán realizar dichas adecuaciones serán muchos centros privados con concierto, que tienen flexibilidad para eso. Es una trampa elaborada concienzudamente con el objetivo de desviar fondos públicos a la enseñanza privada.
¿Están preparados nuestros colegios públicos para recibirlos? No. Esta medida asegura la matriculación en los privados que fijará su matrícula para cursos sucesivos.
Maquiavélico, sí, pero intencionado. Otro paso en la privatización.
Transmitieron a los miembros de la candidatura las reivindicaciones en las condiciones laborales de los docentes y la equiparación salarial de estos con sus compañeros de otras comunidades. Tienen nuestros enseñantes los segundos salarios más bajos de todos los enseñantes españoles. La Junta de Castilla y León no debe tener dinero para pagarles más. Puede que tenga que ver con su anunciada bajada de impuestos.
Transmitieron así mismo su descontento por el incumplimiento de los acuerdos firmados. El PP firma con facilidad acuerdos con los sindicatos que sabe que después incumplirá con descaro.
Hicieron entrega de copia del acuerdo firmado con CSIF, UGT Y CCOO relativo a la vuelta a la situación previa a la ley 1/2012 de jornada laboral de 35 horas semanales.
Firmado el acuerdo el 25 de julio de 2017 e incumplido desde aquella fecha.
Confiesan desconfiar de cualquier promesa por muy firmada que esté.
Desde CCOO se insistió a Unidas Podemos en la necesidad de trabajar en la concienciación de los peligros de un posible gobierno donde esté la ultraderecha de Vox. No sería el PP quien lo impidiese en el hipotético caso de llegar a esa situación.
Se expresó por parte de los sindicalistas la necesidad de que trabajemos por recuperar la representación en las instituciones de los partidos de ideología progresista.
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