GREENPEACE
La lucha constante de todas y todos, de muchas organizaciones amigas que trabajan en conservación marina, de las personas que trabajamos en la organización y de las personas que la forman que son las socias y socios; da sus frutos. Esta victoria sabe a acciones en alta mar, a salidas de voluntariado en supermercados y mesas informativas, a muchas horas de campañas de lobby a políticas y políticos que no querían escuchar, a una gran labor de comunicación que tenía que lidiar con la campaña del sector pesquero particularmente en los medios gallegos y a un equipo de fundraising que tenía que hablar de las profundidades del océano y el coral.
El pasado 15 de septiembre, Sebas, que es asesor de Greenpeace Internacional para temas marinos y vive en A Coruña y que trabaja temas de océanos y pesca para internacional y ha trabajado muchísimo para el cierre de la pesca de arrastre en el Norte; nos comunicaba: ¡Se ha conseguido que el Parlamento Europeo cierre a la pesca de arrastre de profundidad 16.000 km2 de ecosistemas vulnerables del Atlántico NorEste!
La pesca de arrastre es altamente dañina. Destruye los fondos marinos y sus hábitats, genera muchos descartes, especies de interés pesquero o no (como tiburones o corales) que son lanzados por la borda muertas o moribundas y además emite mucho CO2 por los movimientos de tierra que genera y por la cantidad de combustible fósil que necesita para funcionar. Una publicación científica de Nature asegura que la pesca de arrastre, a nivel mundial, bombea cada año 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono al remover el sedimento marino.
Se cerrarán unos 16.000 km2 de pesca de altura en aguas profundas del Atlántico nororiental. Esto brindará la protección que tanto necesitan los corales de aguas profundas, las esponjas y otras especies que forman hábitats frente a las costas atlánticas de Irlanda, Francia, España y Portugal. Las áreas cerradas por la Comisión Europea son necesarias para implementar el Reglamento de pesca de altura de la UE 2016/2336 adoptado en 2016. El Reglamento de 2016 ya prohíbe la pesca de arrastre de fondo por debajo de los 800 metros en aguas de la Unión Euroepa en el Atlántico nororiental. Los nuevos cierres agregan 87 áreas adicionales donde se sabe o es probable que existan arrecifes de coral de agua fría, agregaciones de esponjas de aguas profundas, corales marinos y otros hábitats de aguas profundas entre 400 y 800 metros de profundidad.
Pese a la victoria, estos cierres representan menos del 2% de las áreas de menos de 800 metros de profundidad en las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) de los cuatro países. Quien sí se beneficia son los hábitats de aguas profundas, y en particular aquellos que contienen Ecosistemas Marinos Vulnerables. Estos ecosistemas están protegidos por resoluciones de la Asamblea General de la ONU y cada vez más por organismos internacionales de gestión pesquera, ya que son frágiles, tardan mucho tiempo en formarse, y muchas de las especies que los habitan no soportan la presión a la que los somete la pesca de fondo
Solo por contar una anécdota de cuándo fuimos a exigir el cierre de la pesca de arrastre en 2011: de la mala mar que teníamos se rompió la cocina y tuvimos que cerrar y bloquear este espacio en el barco. Así que estuvimos varios días, hasta llegar a puerto, alimentándonos a base de sandwiches (quien podía tragar algo). Muy al final del tour, un día se pararon las olas de fuerza 6–7 que solíamos tener y vimos unos 300 delfines.
También con esta campaña marcamos unos arrastreros en Vigo, como grandes destructores y recibidores de dinero público. Y junto con el voluntariado presionamos muchas veces, en muchas salidas y mesas informativas a los supermercados para que dejaran de ofrecer estas especies en sus estanterías porque destruyen el océano. Y luego muchas, pero muchas, muchísimas, reuniones políticas, con el sector pesquero artesanal y con otras ONGs.
Mi enhorabuena al compromiso de todas las personas que han formado parte de esta victoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario