miércoles, 18 de octubre de 2023

El Cristo de Alonso Cano y las obras emblemáticas del Convento de Piedrahíta han salido hoy de la localidad.


El temor de los últimos días se ha hecho realidad a pesar de estar esperando la incoación  para la declaración BIC.  

Ester Bueno, la firmante de la petición para que el Monasterio de Carmelitas se declarara BIC  cursada el día 17 de agosto de este año y a la espera de la resolución de la Consejería, ha  informado que en la tarde de hoy, el Cristo de Alonso Cano, una de las obras emblemáticas que  formaban parte del museo del Convento de Carmelitas de Piedrahíta y muchas otras obras que  figuran en el inventario del monasterio, han salido de la localidad ante una protesta vecinal sin  precedentes, de decenas de piedrahitenses que se han congregado a partir de las 15.00h de hoy  a las puertas del edificio. 

En presencia de la Guardia Civil, de la alcaldesa y de los concejales de todos los Grupos con  representación en el consistorio, partía el convoy hacia Salamanca, al parecer al Convento de  San Andrés. Según lo manifestado por la alcaldesa tras la reunión mantenida con los  responsables de la Federación “Mater Unitatis” que dicen representar a las propietarias. También  parece existir un permiso de la Junta de Castilla y León ( según se ha informado a la Alcaldesa) y  de su Consejería de Cultura y Patrimonio (un permiso del que no se ha permitido hacer copia ni  fotografía) para trasladar los bienes del monasterio recogidos notarialmente en un inventario con  fecha de 11 de octubre de 2023. 

Tras la marcha, el pasado jueves, de las monjas que habitaban el convento de Piedrahíta, los  vecinos han vivido en un continuo desasosiego, ya que ese mismo día acudieron al monasterio  diversas personas, entre ellas el Padre Matías Tejerina que se presenta como “mediador”. A pesar  de que la propiedad está escriturada en el registro a nombre de las Hermanas Carmelitas de la  Antigua Observancia, los que afirman ser propietarios son la Federación “Mater Unitatis”, cuya  presidenta, María del Sagrario Lorite Beltrán, también se encuentra ahora en la Villa y es la que  con más ahínco ha indicado que todas las obras son de su propiedad.  

En el día de ayer, y tras unas jornadas en las que ha habido trasiego de coches en los que se  sacaban objetos tapados, surgió la alarma entre los vecinos al ver entrar una furgoneta y a varias  personas transportando grandes rollos de papel protector. Ante estos hechos algunos habitantes  del pueblo dieron la voz de alarma, las campanas de la iglesia comenzaron a sonar convocando a  los piedrahítenses y se dio aviso a la guardia civil que se personó también a las puertas del  monasterio.  

Mañana, a las 8.30h, se celebrará un Pleno extraordinario, con el consenso de todos los Grupos  Políticos del Ayuntamiento, en el que se aprobará una declaración institucional en defensa del  monasterio y lo que contiene y se determinará también solicitar a la Junta de Castilla y León que  se incoe un expediente BIC del monumento y sus bienes muebles. Además en la última reunión  de la sociedad civil, a la que también acudieron la alcaldesa y los portavoces del consistorio, y  que se celebró este sábado pasado, se determinó hacer una concentración en la Plaza de  Piedrahíta en fechas próximas y luchar con todos los elementos posibles, incluyendo la justicia  ordinaria para preservar las obras de arte que son parte del patrimonio secular de Piedrahíta y los  piedrahitenses, pues se han construido y adquirido con la colaboración, el compromiso, la  solidaridad y la fe de todos y todas.  

Causa estupor que estando solicitada la incoación como BIC desde agosto se hayan llevando las  obras, dice Ester Bueno, ya que el inicio del procedimiento conlleva la protección inmediata del  edificio y los bienes patrimoniales y culturales que contiene, dado que, de no ser así, podría  quedar sin contenido la resolución que ha de dictar la Consejería de Cultura de la Junta de  Castilla y León.  

En otro orden el Cristo Granadino fue donado para que fuera venerado por los fieles de Piedrahita  y el canon 616. 1 del Código de Derecho Canónico contempla que se ha que respetar en  primer lugar la voluntad del donante. Así si se llevan la obra de Piedrahita incumplen la voluntad  del donante, e infringen el canon anteriormente citado y podrían ser obligadas a su restitución.  Parece que esa voluntad del donante está plasmada en un documento que obra en el archivo  Carmelita de Salamanca, al que se puede acceder, si fuera necesario, judicialmente. 

El objetivo de la ciudadanía es que Piedrahíta no pierda nada de este rico patrimonio. Por el  contrario, ha de ser valorizado y revalorizado, contribuyendo a la cultura de la villa, como seña de  identidad que es. Con la esperanza de recuperar los bienes expoliados, los vecinos de Piedrahíta  seguirán con sus acciones reivindicativas hasta que las obras vuelvan a la Villa.  

El Convento y la historia del Cristo de Alonso Cano  

Anterior al patronazgo de los Señores de Valdecorneja, el convento fue erigido gracias a la  fundación de doña María Álvarez de Vargas y Acevedo hacia 1460. Tanto esa fundación como la  posterior permanencia del convento, fue posible gracias al patronazgo económico de la comarca  mediante donaciones y por dotes, y también por los impuestos que se pagaban a los señores de  Valdecorneja. No solamente se trata de de la propiedad del bien, sino que hay una propiedad  también emocional y una impronta innegable vinculada con todo lo que es Piedrahita y su  comarca.  

Hablando del Cristo de Alonso Cano, es esencial la figura de “La Venerable”, Sor María de Jesús  y del Espino, una monja que nació en Hoyos del Espino y que ingresó como lega el servicio de  Doña Isabel Calderón en el siglo XVII. La Venerable, cuyos restos se conservan en la capilla del  convento, tuvo una revelación, en la que vio esta imagen de Cristo que refleja el cuadro de Alonso  Cano. A través del hermano de Isabel Calderón, que era prior de la catedral de Granada, se  encargó el cuadro a Alonso Cano según las indicaciones de La Venerable, siendo este pintor  seguramente el más importante del primer barroco pictórico, amigo de Velazquez, de hecho fue  padrino de su nieta, y que terminó el cuadro trasladándolo a Piedrahita en 1654.


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