A la espera de la respuesta para la incoación como BIC del inmueble, la mayor preocupación se centra en que no se traslade el cuadro de Alonso Cano
La localidad de Piedrahíta ha vivido hoy una jornada de profunda tristeza y preocupación ante la partida de las diez hermanas carmelitas descalzas, quienes, con gran pesar, se despidieron de la comunidad y de su querido monasterio. Esta mañana, a las 7.00h, las religiosas emprendieron un viaje a Valencia, donde iniciarán una nueva etapa de su vida monástica.
La noticia de la marcha de las hermanas carmelitas ha conmovido profundamente al pueblo de Piedrahíta, que las consideraba parte integrante de su cotidianidad. Durante una década, estas monjas han desempeñado un papel esencial en la vida religiosa y social del pueblo, ofreciendo apoyo espiritual y solidaridad a quienes las rodeaban.
La pérdida del culto en la capilla y la finalización de la vida en el monasterio,, ha generado gran desasosiego entre los vecinos, incertidumbre que se extiende al futuro del valioso patrimonio artístico del monasterio, que alberga obras de gran valor, destacando el cuadro de Alonso Cano.
La sociedad piedrahitense se encuentra alerta ante la posibilidad de que las obras sean trasladadas, ya que la posible pérdida del Cristo de Alonso Cano, una obra maestra de inmenso valor artístico e histórico, no solo sería una tragedia para Piedrahíta, sino también para la provincia de Ávila. Esta obra representa un vínculo invaluable con el legado artístico abulense y su traslado fuera de Piedrahíta podría significar una pérdida irreparable.
Hay que recordar, que Ester Bueno, presidenta de la Asociación “Alma Máter Arte y Cultura” presento en agosto de este año una solicitud a la Junta de Castilla y León, con el objetivo de que el Monasterio fuera declarado BIC, de forma que “ante posibles cambios de propiedad, si se dieran, siempre exista una protección del edificio y sus bienes muebles, para la que sería necesaria y justa esta declaración BIC”, según afirma Ester Bueno. Así, “se está expectante ante la comunicación de la Junta, que tiene de plazo hasta Noviembre para pronunciarse. Porque más allá de quién sea el propietario, lo importante para Piedrahíta es la protección integral del edifico y de los bienes que contiene”, afirma Bueno.
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En el día de ayer, la alcaldesa de la localidad, acompañada del párroco, de la presidenta de la Asociación Alma Mater y de una notaria, visitó el monasterio para realizar un inventario de los bienes y documentar las reformas llevadas a cabo por las monjas durante los últimos diez años. Esta visita simbolizó un último adiós antes de la marcha de las hermanas carmelitas.
La sociedad civil piedrahitense, consciente de la importancia de preservar su patrimonio y la continuidad de la vida monástica, se está movilizando y coordinando a través de redes sociales para pedir la vuelta al culto de la capilla y la preservación de las valiosas obras de arte que forman parte de su identidad cultural. Todos unen sus voces para garantizar que el legado del monasterio continúe enriqueciendo la vida de Piedrahíta y de generaciones futuras.
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