Recientemente hemos iniciado la negociación del convenio Colectivo del Centro de Trabajo Casta Arevalo SL, propiedad hasta ahora del presunto fondo buitre Domus VI. En la primera reunión de negociación la representación de la empresa nos comenta con mucha dulzura que no va a realizar ninguna oferta económica porque en estos momentos la empresa se encuentra en proceso de venta. Ni va a realizar ninguna concesión que suponga invertir dinero. Que mejor dejemos esas reivindicaciones para cuando entre la nueva empresa.
A la vista de los acontecimientos desde UGT valoramos como una auténtica tomadura de pelo a los trabajadores/as la postura de la empresa Domus VI. Y no solo a los trabajadores/as, sino también a la nueva empresa que adquiera el Centro de Trabajo.
Imaginemos la situación por un momento: Domus VI va a vender el Centro como un ejemplo de negocio muy rentable con una plantilla en perfectas condiciones y todo al día.
Ahora la situación real del Centro: Los trabajadores/as han perdido un 11% de poder adquisitivo en los últimos tres años porque Domus VI decía faltando a la verdad que el Centro estaba en una situación económica complicada. Han pasado de trabajar 1596 horas anuales a 1650 para colaborar con la “difícil” situación económica del Centro. Se les vienen denegando derechos recogidos en la última reforma del Estatuto del Trabajador con excusas sin fundamento. Este verano se les ha convencido-manipulado para que cogieran las vacaciones partidas, incumpliendo el convenio colectivo, al no encontrar la empresa gente para contratar, porque ya nadie quiere trabajar en él Centro por la situación de estrés laboral insoportable. Ahorrándose además todo el dinero de estos contratos. Las bajas por enfermedad están disparadas, presuntamente por la sobre carga laboral a la que son sometidos los/as Trabajadores/as. Igualmente, la empresa Domus VI, posiblemente para ahorrarse dinero, no acaba de implementar unas medidas de seguridad acordes a los nuevos usuarios del Centro cada vez más complejos, motivo por el cual no es raro que la Guardia Civil, que pagamos todos los ciudadanos/as no la empresa, tenga que intervenir en el Centro aplacando incluso motines de internos, cuando no es su cometido.
En resumen. En nuestra opinión, Domus VI ha conseguido que una plantilla altamente especializada, cualificada, motivada y más o menos conforme con sus condiciones laborales se haya convertido en una plantilla agotada, desmotivada, con un índice de bajas altísimo, poco cualificada y totalmente desconforme con sus condiciones laborales. Eso sí, la cuenta de resultados del Centro a corto plazo debe haber sido muy buena para ellos. Veremos que ocurre a futuro…
Ahora que los trabajadores/as saben que los han engañado van a querer lógicamente recuperar todos los derechos perdidos y por tanto el conflicto laboral está servido. Esa y no otra, es la situación con la que se va a encontrar la nueva empresa cuando se haga cargo del Centro.
La empresa Domus VI ha estado faltando a la verdad durante años haciendo creer a los trabajadores/as que la situación económica de la empresa era muy mala. Por ello, ha obligado a la plantilla a continuas pérdidas de poder adquisitivo y derechos y han forzado la máquina más allá de lo razonable.
Ahora nos enteramos en plena negociación del nuevo Convenio Colectivo de que la empresa Domus VI está a punto de vender el Centro junto con otros de la misma división de salud mental, en una transacción valorada en 100 millones de euros y encima tiene la cara dura de decirnos que no puede hacer ninguna oferta económica de subida salarial a los trabajadores/as por culpa de la venta, después de haberlos sacrificado durante años con manipulaciones haciéndoles creer que la situación de la empresa era muy mala.
A este problema hay que añadir que las bajas laborales del Centro están disparadas y la empresa no encuentra ya nuevos trabajadores/as que se quieran incorporar a la plantilla por las malas condiciones económicas y laborales que ofrece, hasta el punto de que muchas trabajadoras/es con antigüedad y contrato indefinido están optando por irse de la empresa a cualquier otra porque ya no aguantan más.
Imaginamos que la política de Domus VI en todos sus Centros Psiquiátricos habrá sido la misma, reducir la plantilla, bajar el nivel de formación de sus profesionales, no cubrir las bajas laborales etc. Así que la nueva empresa que compre por una cifra astronómica el grupo empresarial, sea “Península Capital” o cualquier otra, igual recibe una herencia envenenada y se puede llevar una sorpresa cuando se haga cargo del grupo pensando que ha comprado la gallina de los huevos de oro.
Ante esta situación y si la empresa Domus VI no nos ofrece alguna solución que satisfaga a los trabajadores/as, como estos ya han perdido todo lo que podían perder y empieza a darles igual todo, nos veremos obligados a convocar medidas de presión o movilizaciones en breve, tanto si Casta Arévalo es vendida como si no.
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