El municipio abulense ha sido el seleccionado en la provincia para testar una tecnología que combina conectividad ultra rápida e Inteligencia Artificial autónoma.
ÁVILA | La multinacional Telefónica ha anunciado que el municipio de Sotillo de la Adrada será el escenario de las pruebas de su revolucionaria fibra cuántica de inteligencia artificial. Esta localidad se suma así a un selecto grupo de 51 municipios —uno por provincia— que encabezarán el despliegue experimental de esta infraestructura en toda España.
El proyecto, que comenzará a ejecutarse en febrero de 2026, permitirá tanto a particulares como a empresas disfrutar de un año de prueba sin costes adicionales. Según fuentes de la compañía, esta tecnología no representa únicamente un aumento en la velocidad de conexión, sino un cambio de paradigma: la integración de una IA capaz de operar con autonomía total, permitiendo que la red gestione tareas complejas sin intervención humana.
Un despliegue de ciencia ficción
La instalación técnica promete transformar el paisaje urbano. Los operarios de Telefónica desplegarán una red de fotones que, por sus propiedades físicas, resulta prácticamente invisible al ojo humano, requiriendo el uso de gafas especiales para su visualización técnica.
Asimismo, el plan de infraestructuras incluye la ampliación de las centrales telefónicas actuales o la construcción de nuevas plantas para albergar reactores de energía cuántica, el corazón energético de esta nueva red.
Debate ético: ¿Realidad u holograma?
Pese al optimismo empresarial, el proyecto no está exento de polémica. Expertos del sector científico han mostrado su preocupación ante las implicaciones sociales de esta tecnología. Antonio Montesinos Calatayud, investigador del Instituto de Física Teórica/Cuántica, ha calificado el avance como un "salto al vacío".
"No conocemos las posibilidades reales; la independencia de la IA podría desdibujar la frontera entre la realidad objetiva y un mundo paralelo", advierte Montesinos.
El investigador alerta sobre escenarios que hasta ahora pertenecían a la ciencia ficción, como la recreación de personas fallecidas mediante proyecciones holográficas autónomas. "Será posible sentar a la mesa a familiares ya muertos con total autonomía de pensamiento. Para eso hay que estar muy preparado emocionalmente", concluye el experto.
El debate está servido entre el progreso tecnológico y los límites éticos de la inteligencia artificial, mientras Sotillo de la Adrada se prepara para ser el epicentro de esta nueva revolución digital.
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