Una vida por tu familia...
Muy temprano te levantas
sin mirar lo que pudiste descansar,
pues aunque tu no duermas
el alimento a casa has de llevar.
Recorres muchos kilómetros
para llegar a ese lugar,
en el que echas tu jornada
aquella que no tiene final.
Llevas muchos años
trabajando sin parar,
aunque llueva, nieve o truene,
nunca dejas de luchar.
Te llegaron a sangrar las manos
nunca dejaste de trabajar,
porque dentro llevas
a un trabajador ejemplar.
Aunque pasen muchos años
jamas te rendiras,
pues con el sudor de tu frente
a tu familia siempre cuidaras.
Me enseñaste a ser valiente
a no rendirme jamás,
cuidando de nuestra familia
para que nunca les falte el pan.
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